jueves, 17 de octubre de 2013

La respuesta de la Unión Europea a la crisis de Lampedusa: potenciar FRONTEX mediante EUROSUR



David Moya
Profesor Agregado de Derecho Constitucional





 

El pasado 10 de octubre de 2013 el Parlamento Europeo votaba en primera lectura su posición sobre la propuesta de Reglamento por el que se crea EUROSUR, el Sistema Europeo de Vigilancia de Fronteras Contrariamente a lo que su acrónimo en castellano sugiere, no se limita a la frontera sur de Europa, sino que abarca todas las fronteras exteriores de la Unión. No obstante, es evidente que la zona del Mediterráneo constituye un foco de preocupación para la Unión, como lo corrobora la agitada votación de la norma en el Parlamento Europeo, aún bajo la conmoción de la penúltima tragedia en Lampedusa (véase, por ejemplo, EL PAÍS de 5/10/20131). 
 
Ahora, siguiendo el procedimiento legislativo ordinario2, el texto presentado inicialmente por la Comisión y enmendado por el Parlamento, será trasladado al Consejo para su aprobación definitiva; pues el texto ya estaba negociado entre Parlamento y Consejo y, por consiguiente, no se esperan modificaciones sustanciales. Aun así, y con la prevención que merece todo texto aún no definitivo, conviene ofrecer alguna reflexión sobre la difícil gestión de las fronteras Euro-mediterráneas, reflejadas en la situación crítica de Lampedusa (pero también en los asaltos a la valla de Ceuta o a nado a Melilla3), así como dar cuenta de la posición de la Unión y los Estados en este ámbito.

1.- La idea y funcionamiento de EUROSUR

En este contexto, el futuro EUROSUR constituye una pieza importante, si se quiere central, de la puesta en pie de un objetivo mucho más amplio, complejo y ambicioso, que es la consecución de “un modelo europeo de gestión integrada de fronteras” (art. 77.2.d Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea). EUROSUR será una plataforma de cooperación técnica e intercambio de información operativa para la toma de decisiones en materia de vigilancia y control de fronteras exteriores por parte de las autoridades europeas (FRONTEX) y nacionales. Esta plataforma se sustenta en varios instrumentos técnicos distintos, aunque profundamente interrelacionados, dirigidos a facilitar el flujo de información de manera multidireccional y la consecución de diversos fines (control migratorio, orden y seguridad públicas, protección de vidas humanas, etc..), bajo un marco regulatorio común. Si imaginamos una sala de operaciones de EUROSUR plagada de mapas interactivos e información digitalizada en tiempo real, seguramente estaremos muy cerca del sueño de los promotores de EUROSUR: centralizar toda la información para poder tomar decisiones rápidas y plenamente informadas. Para ello, y dada la gran masa de información que será necesario gestionar, es importante procesar, intercambiar, ordenar y presentar adecuadamente la misma, para que pueda ser analizada por responsables policiales de casi treinta países distintos. Ello exige una presentación muy intuitiva que facilite su manejo y la consiguiente toma de decisiones. Todo esto se pretende conseguir escalonando la información a nivel geográfico (nacional y comunitario), graduando su potencial impacto (leve-medio-alto) y trasladándola en función de lo anterior a representaciones gráficas en forma de mapas, probablemente interactivos (de situación nacional, de situación europea, mapa común de información pre-fronteriza). A efectos instrumentales, FRONTEX establecerá una red de comunicaciones específica y segura e interoperable, así como las herramientas para desplegarla (art. 7).
 
Todo este dispositivo se denomina “aplicación común de los instrumentos de vigilancia” (art. 12) y en realidad viene a ser la creación o utilización a nivel europeo de una serie de fuentes de información, entre las que destacan diferentes tipos de programas e instrumentos de información útiles para la vigilancia fronteriza (satélites, vehículos tripulados o no –es decir, drones-, buques, sensores, cámaras, radares, patrullas, terceros Estados, etc…). Con estas fuentes FRONTEX constituirá una red de información propia, combinada con la procedente de los Centros Nacionales de Coordinación (CNCs), que permitirá la recogida, centralización, filtrado, clasificación e intercambio de un notable grueso de información actualmente dispersa.Los CNCs mantendrán los mapas de situación nacionales, creados a partir de información propia (sensores, patrullas, centros locales de coordinación, funcionarios de enlace, autoridades de terceros países, sistemas de notificación de buques, etc…) e incluirán tres subniveles de información: fáctico, operativo y analítico. Igualmente, deberán facilitar información para que FRONTEX pueda elaborar su mapa común europeo de situación y su mapa común de información prefronteriza. Este último mapa común está dirigido a recoger información de distinta naturaleza para identificar las puntos y zonas de origen y tránsito desde donde parte y transita la delincuencia transfronteriza y la inmigración ilegal, con la finalidadde valorar su potencial de riesgo migratorio y criminal.
 
Con toda esta información, EUROSUR establecerá zonas fronterizas y les atribuirá niveles de riesgo fronterizo bajo, moderado o significativo en tiempo casi-real; de manera que sea posible emplear mejor los recursos existentes o reforzarlos en función de las circunstancias de cada momento. Por supuesto, el Reglamento establece la posibilidad de compartir e intercambiar la información entre CNCs e incluso con terceros países, estableciendo una serie de requisitos y límites. Finalmente, es importante subrayar el énfasis que pone el Reglamento en que toda esta información sea contextualizada en un entorno gráfico “inteligente”–-con datos topográficos, climatológicos, sociales, etc..-, con el fin de suministrar información combinada que permita tanto tomar decisiones urgentes con el máximo de información posible, como efectuar análisis de riesgos y generar inteligencia operativa con una perspectiva menos cortoplacista.

2.- Una duda y tres problemas de fondo en la actual concepción de EUROSUR

Como se puede observar, desde una triple perspectiva orgánica, funcional y presupuestaria, EUROSUR es una plataforma al servicio de las funciones asignadas a FRONTEX, agencia que precisamente destaca por haber ampliado su mandato y capacidades en este ámbito4. FRONTEX se encargará de su puesta en funcionamiento y gestión; aunque sus competencias serán de coordinación y solo excepcionalmente ejecutivas (cuerpo de guardias fronterizos, RABITS, etc..) y las competencias ejecutivas de control y vigilancia de las fronteras corresponden a los Estados . Esto no deja de plantear algunos problemas, pues quizá desde una perspectiva técnica hubiera sido más lógico situarla, al igual que el SIS, EURODAC o el VIS, bajo el Reglamento de gestión de grandes sistemas TIC. No sabemos si estamos ante una singularidad por razones operativas; o bien obedece a un progresivo cambio de perspectiva que pudiera situar todos estos instrumentos en la órbita de FRONTEX, con la finalidad de convertirla en una auténtica Agencia fronteriza dotada de personal, tecnología y medios suficientes para pasar al nivel ejecutivo. 
 
Pero si este es el objetivo, cabe albergar serias dudas sobre la solidez de la propuesta de Reglamento. En primer lugar, el Reglamento adolece de una cierta falta de definición y concreción conceptuales que afectan directamente a su ámbito de aplicación y funcionamiento. , Así, al margen de que su redacción (e incluso su traducción provisional) sean manifiestamente mejorables, el Reglamento emplea una serie de conceptos relativamente ambiguos (qué se entiende por delincuencia transfronteriza, qué abarca exactamente la zona denomoninada como “prefronteriza”, o las definiciones de términos como “incidente” o “crisis”). Es más, tal indefinición, y esto es más grave, se extiende a la sostenibilidad presupuestaria del propio EUROSUR; pues como bien apunta Jan Mulder en su Informe a la Comisión de Libertades del Parlamento, la misma es excesivamente compleja e indefinida y se situa en un mínimo de 245,7 millones de Euros durante el período 2014-2020 en estimaciones de la Comisión. De hecho, se acomete en parte cargándolo sobre líneas presupuestarias ya existentes (Frontex, Fondo para las Fronteras Exteriores), aunque también en parte nuevas (Fondo para la Seguridad Interior y Frontex). Y eso teniendo en cuenta, además, que el cálculo solo incluye los costes para el presupuesto de la Unión, sin contar los de los Estados para la organización interna y cofinanciación de sus CNC. Para hacernos una idea, los 132 millones aportados por Frontex para ese período, suponen la quinta parte de todo el presupuesto de esta institución para el período 2014-2020. En el otro extremo de la balanza, el compromiso de personal es únicamente de dos funcionarios con rango de administradores (AD), ya adscritos o reasignables. A todas luces, la financiación y previsiones de personal de EUROSUR constituyen aspectos bastante mejorables de la propuesta.

Segundo, y ya entrando en el fondo del texto, la creación de EUROSUR viene guiada por dos fines distintos, por un lado la lucha contra la delincuencia transfronteriza y por otro el control de fronteras frente a la inmigración ilegal que se vincula a la protección de los inmigrantes. Mientras estos últimos son conceptos acotables, equivalentes al control del “cruce ilegal de fronteras”, la persecución de cualesquiera delitos transfronterizos resulta una finalidad excesivamente amplia para EUROSUR. No olvidemos que en función de la cantidad y la calidad de los datos habrá que hacer mayores o menores adaptaciones en las interconexiones entre bases de datos o fuentes de información. Por otro lado, EUROSUR parece pensado para incidir en la inmigración ilegal, donde no es necesaria una gran cantidad de datos -y menos datos personales- para facilitar la localización e interceptación de inmigrantes o refugiados en barcazas en el Mediterráneo (por ponerlo crudamente) y, en su caso, tramitar luego su asilo u otras formas de protección -o bien, en su caso, la expulsión o devolución-. Ahora bien, organizar un operativo policial por delitos requiere la disposición de datos más fiables y concretos, especialmente si se pretende abordar barcos, recoger pruebas, realizar registros, etc.. y luego abrir procesos penales con tal base probatoria. Se trata sin duda de algo mucho más complejo que, en última instancia, parece poco compatible con la previsión en el art. 2.3 del Reglamento de separar esta norma de la actividad judicial y policial ordinaria de persecución de delitos (exclusión introducida por el propio Parlamento).

Y tercero, en el fondo, la lógica de EUROSUR es la de recoger el máximo de información posible para su representación gráfica en aras de una más rápida y eficiente gestión. Sin embargo, no está tan claro que una información tan heterogénea y dispersa, procedente de una treintena de países distintos, sea tan fácil de digitalizar y procesar sin enormes dificultades y elevados costes. Eso nos lleva a expresar la gran duda de fondo que planea sobre EUROSUR, ¿es realmente una buena idea gastar casi 250 millones de Euros en siete años para tener una plataforma que agrupe todos los sistemas de vigilancia fronteriza? La respuesta depende de varias condiciones: de si técnicamente es realmente viable en la práctica; de si ese caudal de información es verdaderamente simplificable, de si realmente esta plataforma facilitará la toma de decisiones más rápida, informada y efectivamente; de si el proceso de decisiones funciona igual de eficientemente en sentido ascendente que descendente, etc. Si todas estas dudas se disiparan y EUROSUR funcionara impecablemente, aún quedaría por ver si EUROSUR contribuye realmente a reducir el número de inmigrantes irregulares, el de los que perecen en el mar o la delincuencia transfronteriza;, no por casualidad son justamente los tres indicadores de incidencia que la Comisión identifica como claves para evaluar el éxito de EUROSUR. No obstante, dada la mezcla de fines de EUROSUR y la dificultad de medición de estos indicadores, la eventual evaluación del éxito de esta plataforma no será fácil ni estará exenta de polémica.

3.- Conclusión. EUROSUR en clave política: un paso más hacia la consolidación de FRONTEX como agencia directora de la vigilancia de las fronteras exteriores

Cabe también, no obstante lo anterior, una lectura de EUROSUR menos racional económicamente, pero más política. Hace un par de años, la crisis Libia mostró la falta de capacidad de la Unión para ofrecer una respuesta conjunta al problema de los refugiados en el Mediterráneo y la isla de Lampedusa simbolizó la incapacidad de una respuesta coordinada, especialmente ante la inacción o incapacidad de un Estado Miembro. Desde entonces, la Unión y, concretamente, FRONTEX como su agencia responsable, han intentado ampliar sus capacidades de coordinación, aunque también de actuación en este terreno.La primera condición para actuar es disponer de información lo más amplia y detallada posible, tanto sobre hechos, como a nivel operativo y de riesgos. La respuesta ha sido reimpulsar el proyecto EUROSUR, con el que FRONTEX cobra pleno sentido como pieza central del sistema europeo de vigilancia fronteriza. La superioridad de FRONTEX en el terreno de la información y la inteligencia operativa la convertirían de facto en la dirección ejecutiva del sistema de vigilancia europea de fronteras. Alcanzado este objetivo, será posible dar un salto real en términos de eficiencia, no solo gestionando mejor los instrumentos de acción ya existentes, sino dotándose de nuevos también, pero ahora bajo una dirección claramente europea. En términos estrictamente políticos, el éxito de EUROSUR pasa entonces por convertirse en un referente para los EEMM. La inversión en tecnología que requiere (suministrada por determinadas empresas especializadas, no lo olvidemos) será únicamente relevante en la medida que ofrezca una ventaja comparativa en la gestión de la información y posicione a FRONTEX en la avanzadilla del uso de las TIC en el sistema de control de fronteras, en línea con otros países muy avanzados en este ámbito (EEUU, China, etc.). Que luego produzca resultados claros y notables en términos humanos que justifiquen su adopción en sustitución de otras medidas alternativas más baratas y/o efectivas, es algo que podrá valorarse de aquí a siete años; pero para entonces la inversión ya estará hecha y la plataforma será plenamente operativa. Quedará entonces por ver si, además, FRONTEX ocupa la posición preeminente que se espera de ella, y si de ha avanzado realmente en la construcción del sistema europeo de vigilancia de fronteras. Este es realmente el reto al que se enfrenta EUROSUR. Mientras tanto, seguramente persistirán los factores que impelen a inmigrantes y refugiados a embarcarse en estos peligrosos viajes marítimos y Lampedusa seguirá estando tentadoramente cerca.


Materiales y lecturas complementarias:


1 Tragedia que se repetía unas horas después véase EL PAÍS de 12/10/2013 y 13/10/2013.

2 Procedimiento legislativo ordinario, 1ª lectura, a la espera informes Parlamentos Nacionales bajo el Sistema de Alerta Temprana.

3 Véase EL PAÍS de 17/9/2013.

4 Reglamento 1168/2011/UE del Parlamento Europeo y del Consejo.

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